Siguiendo con las nociones emocionales,
os recomendamos un articulo muy interesante de Verónica Antón:
"Más allá de El Monstruo de Colores … ¿acompañamos las emociones?"
Antón nos recuerda la importancia de ir más allá a la hora de trabajar las emociones dentro y fuera del aula. No sólo debemos clasificarlas y aprender a identificarlas; sino que debemos enseñar a los niños a vivenciarlas.
" ...las emociones pertenecen al mundo interno y al mundo relacional (inteligencias intra e interpersonal si pensamos en el paradigma de las inteligencias múltiples), no tanto a la esfera de la razón y el pensamiento. Entonces sería interesante que lxs adultxs que acompañemos a lxs niñxs podamos ofrecerles entornos ricos en experiencias relacionales y emocionales que les permitan crecer y desarrollarse en el lenguaje emocional y no tanto espacios para pensar o aprender aspectos cognitivos de éstas...".
Además nos propone una serie de pautas para ayudar a los niños y niñas en este proceso:
. Comprendiendo que la emoción la tendremos que acompañar de forma transversal en la escuela y no en un sólo momento puntual del día o de la programación semanal.
. Acompañando la emoción cuando surge o se despliega espontáneamente en las experiencias internas o vinculares de lxs niñxs. Cuando un/a niñx está triste, acompañaremos la tristeza. No en el taller del lunes a la mañana cuando propongamos hablar sobre esta emoción.
. Trabajando como adultxs con nuestro mundo interno, con nuestras propias emociones, para ofrecer así un entorno relacional claro y rico en cuanto al lenguaje emocional, en cuanto a reconocer mis propias emociones y no proyectarlas en las criaturas.
. Observando cómo nosotrxs como adultxs expresamos nuestrxs propias emocionescon lxs niñxs, ayudándoles a ampliar su abanico de posibilidades de expresión, de conocimiento de sí mismxs y de la otra persona cuando transita por diversos estados emocionales.
. Dejando los recursos, herramientas, propuestas para momentos en los que observemos que a la criatura le faltan imágenes, metáforas o palabras para expresar lo que sucede en su mundo interno, y no imponiendo estas imágenes, metáforas, formas o colores desde fuera.
. Nuestra palabra, nuestro recurso, nuestras metáforas, se las “prestamos” al /la niñx cuando las suyas no le alcanzan para explicar su mundo interno o su experiencia, pero la intención es que éstas puedan surgir de él o ella, de su interior, a partir de estar en un entorno rico emocionalmente.
Fuente: SENDA (centro de acompañamiento familiar y educación viva)